Corrían los años setenta cuando en un verano cualquiera, mi madre, al tomar el fresco en la calle como se hacía antaño, miró hacia el cielo y dijo, ¡Qué bien se ve hoy el carro!, y yo en mi inocencia, miraba a la calzada para ver que carro había que ver.
Pues bién, el dichoso carro, que no veía por ningún lado no era otra cosa que la Osa Mayor dibujada en el cielo, constelación famosa donde las haya, y eso me provocó, una vez explicada la visión por mi madre, la inquietud de ver «el carro», desde un lugar mejor, ya que, la farola de enfrente de casa, difuminaba la visión parcialmente.
Que hice yo, alejarme una distancia suficiente de esa farola para ver ese carro con mayor claridad, y al irme alejando, lo pasé a ver muy bién y me gusto, pero vaya, cuando me alejé más aún de mi lugar original, no sólo veía los puntitos que formaban el carro, si no que veía muchos más, y muchos más, y tantos que el carro desapareció entre tanto punto, lo que me originó una reflexión, está «el carro» y muchas más cosas, ¿Y ahora qué?. Dije a mi madre lo que había pasado y me dijo ella, también están las tres Marías y mas estrellas que no conozco.
Vaya pues quién me iba a decir a mí que estaba tomando mi primera leccíón de astronomía, había aprendido a saber que hay figuras en el cielo formadas por estrellas y que si las miras desde un sitio determinado (oscuro, pero no tanto), las ves y si ya es demasiado oscuro las confundes, estaba aprendiendo a observar el espacio y a experimentar con la «contaminación lumínica» (llamaremos CL).
¿Por qué empiezo por aquí?, puede ser porque, al margen de que este hecho tendrá una trascendencia vital a la hora de la observación astronómica, sea un factor determinante para aprender, bajo mi punto de vista, a definir las conselaciones y objetos celestes, ya que, aprovechando esa CL debidamente, empezaremos a reconocer las constelaciones más llamativas de modo rápido y preciso, hecho que me parece fundamental para comenzar a conocer el cielo.
Saber por el momento que la CL se define en varias escalas subjetivas, y a mi personalmente me parece que la mejor para nuestro objetivo será la llamada «de cielo oscuro de Bortle» (consultar wikipedia),y va de 1 a 9, donde 1 es cielo oscuro total y 9 cielo blanco de centro de ciudad y que en otras reflexiones aplicaremos.
Hasta pronto.
Gracias Angelito, ya hacia tiempo que no recordaba lo que había arriba con tantos deberes de aquí abajo. Pero de vez encuando es muy bueno mirar con la cabeza en alto y ver toda la maravillas de arriba y cambiar o sobre todo dejarse llevar por esas estrellas tan bellas y relucientes . Un abrazo